Kristhel Zoeger: “La Encantada es el lugar ideal para practicar yoga”

La profesora nos habla acerca de los mitos y verdades de esta disciplina y sobre los beneficios de practicarla

“Aunque muchos piensen lo contrario, con el yoga sí se suda. Con esta disciplina se ejercita todo el cuerpo, se trabaja mucho más que en el gimnasio porque la base del ejercicio es tu propio peso. Mis alumnos están sorprendidos, varios de ellos me han contado que desde que lo practican ya no pelean tanto con sus parejas o que ya no se frustran tanto con los problemas del trabajo”, cuenta Kristhel Zoeger.

Para ser profesora de yoga, ella estudió en Estados Unidos, Austria, Alemania y también llevó algunos cursos en el Perú

Zoeger también es bailarina de danza contemporánea. Al yoga llegó buscando una herramienta más para trabajar no solamente el cuerpo sino también la mente: la concentración y la conexión que hay en el bailarín entre ambos, “pero luego me sumergí más en las clases porque me encantó. Pasaron meses y me di cuenta de que ya no peleaba tanto y que las cosas no me hacían sufrir tan fácilmente. Así que decidí formarme como profesora. Mi primer paso fue ser instructora, los grados son otorgados por la Federación Internacional de Yoga”, comenta.

 

 

Los problemas desde una nueva perspectiva

“Mis alumnos no solo ven cambios en la parte física sino también en su vida diaria”, asegura Zoeger, quien explica que el yoga trabaja la concentración a través de cada postura.“Lo primero con lo que se trabaja es con lo más básico: la respiración. ¿Cómo estamos respirando? Usualmente no nos percatamos de estas cosas tan básicas, el yoga nos hace volver a esto que es tan básico”.

“Los pensamientos e ideas que surgen en el día a día siguen ahí mientras practicas yoga, pero ya no te enganchas y tomas distancia.  La práctica de distanciar ideas, pensamientos y emociones traen más paz, tranquilidad, felicidad y fuerza en todo sentido para la persona. El estrés se elimina y las tensiones se van. Llevamos la mente hacia un punto. Mi meta es que mis alumnos lleguen al punto de poder practicar el yoga solos”, continúa.

“La meditación tiene distintas fases, yo practico la del Camino del Diamante, del linaje Karma Kagyu. Es el método que les enseño a mis alumnos porque es con el que mejor me ha ido.

La profesora lleva una vida sana: consume alimentos saludables. “Vegetales y frutas por montón, dos litros y medio de agua como mínimo, té verde y té rojo chino, además es recomendable tomar a diario un caldo de papas con perejil para cuidar los riñones”.

Ella duerme ocho horas diarias. Se levanta, la mayoría de días a las 5 a.m. y medita una hora. “De la cama al cojín de meditación, así comienza el día”, dice. Luego de dictar cinco o seis clases, llega a su casa y se acuesta a dormir alrededor de las 10:00 p.m.

El yoga y La Encantada

Zoeger es profesora de diez familias de La Encantada. “Este lugar me parece ideal para practicar yoga: es como estar en una isla cerca de la ciudad. Aquí convives con la natural, tenemos cerca la playa, tenemos los Pantanos. Es un oasis en medio del caos”, finaliza.

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